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Los pies en la tierra, para Laura Márquez, Ouivo Violeta colaboración



Tengo un pie en la vida y un pie en la muerte, Lau.

Mi soledad es gigantesca.

Creo que el frío es lo que sentimos al morir.

Debemos ser fríos, el cuerpo debe morir.

Aquello que siempre es calor es el alma y se libera, recorre todo, se hace viento.

Las hojas están conformando todos el cosmos, menos la luz.

La luz es una hoja directa,

Los límites entre ser y ser son abismales.

Pero a veces aparecen esos puentes amarillos.

Cuando recibimos los mismos rayos estamos vibrando igual.

Antes de nacer vibrábamos, y vibramos de tal modo que aparecimos en esta parte del globo.

Que vos y yo, Lau, tengamos que encontrarnos, no es casualidad.

Que vivamos cerca es una causalidad.

Es un camino de una cuerda floja

la que transitamos.

Como en el circo,

pero nunca caemos si creemos en nosotros mismos,

y en la luz que vislumbramos

si llegamos a un punto de descanso

que es el otro ser.

En ese abrirse las almas.

Como vos y yo. Ahora, Lau, ahora mismo.

Te estoy entregando mi ser.

Sacando de mí palabras abisales.

También he sabido vivir en la montaña.

He volado, y no siempre solo,

y he tenido conexiones astrales o mágicas,

sin y con drogas,

y vos y yo algún día

podremos reptar

otro día volar.

La serpiente y el águila, no me canso de decirlo.

Te confieso: soy vidente.

A veces veo situaciones de milenios después,

otras de unos meses,

otras del día siguiente.

Son ensoñaciones,

premoniciones,

ciencia ficción,

certezas

e imaginaciones subconscientes

de lo que puede llegar a ser.

Todo es posible y a la vez nada es posible.

Creo en algunas profecías,

el gris me queda bien,

yo lucho sin luchar,

acá te muestro mi ser

y esa es mi lucha.

Mi revolución

es ser yo,

y con solo mostrar mi yo

y no me refiero al ego

sino mi ser

sé que hago una revolución.

No necesito de ismos o de adoctrinamientos

solo siendo auténtico puedo lograr

romperte el bocho

no me refiero a vos,

sino a los otros

y vos lo mismo,

por eso estamos hermanados.

No por nada conectamos.

¿Es lo que nos pidió Kafka, no?

“Siempre digo lo que veo lo que siento no está”.

Mi interior está en guerra,

pero lo extraño

es que tengo paz interior.

Pero siempre estoy intentando

revolucionarme,

sea leyéndote,

o viendo conferencias,

o saliéndole a la vida

a que me dé golpes,

o que me dé conexiones.

Tenés aura plateada,

tenés el brillo de la luna,

hoy lo vi,

en la videollamada,

no sabía que existía el aura gris plateada,

acabo de buscar qué significa,

buscálo vos también.

Si no la matás, vas a estar en su panteón.

Cuando te vea,

mi gran pregunta es:

¿me darás una mirada azul?

No te voy a decir qué significa para mí,

amiga mía,

pero la he visto en varios rostros.

Me impulsa a accionar,

a profundizar,

a ir más allá.

A conocerte lo más profundo.

Perdón, puedo ser muy incisivo.

Admito que tengo los colmillos

de la serpiente,

sin veneno,

pero suelo

circular profundo.

la vida me late

“y busco lo primero que sacie mi sed”

todos nos sentimos solos

es una cruz que

todos debemos cargar

y mi abuela…

estoy ahora

disfrutando mi

soledad,

porque estoy conectado

contigo

escribiéndote esto,

entonces me acompañás,

estas letras serán eternas,

entonces no moriremos solos,

aunque la vida nos entrecruce,

y tal vez luego nos pierda,

eso sí que no lo vi,

no lo sé,

pero no me importa,

“como riendo todos juntos

a la vez

¿me entendés?”

me he sentido,

uno y todo

y he entendido

que existió algún instante

en cada ser

donde el instante que vivieron

fue eterno

y quedó guardado

en los archivos del cosmos

donde todos

decidieron que

la energía se disperse

y todos seamos uno y una

individuos

todos hemos elegido esa opción

con nuestras culpas y perdones

hemos decidido

que todo sea

como todo tiene que ser

seamos condenados

o salvados

en esos instantes

eternos

que todos vivimos

hemos elegido ser nosotros

aun si nacimos para la miseria

hemos elegido la miseria

o la soledad

o el crimen

o la brillantez

o el diamante

o el barro

o la canción

para mí, la palabra, es:

nosotros.

Humanidad,

luchando contra Lucifer,

aprendiendo de él,

también,

hay que aprender lenguaje de señas,

braille,

estamos en la época del re-descubrimiento

el de los caminos equivocados

y el de la invención.

Error, ancestral, correcto.

En esa trinidad encontraremos

cómo liberarnos

y crear una nueva humanidad

el puerto del mañana.

En armonía,

en unos milenios,

te estoy regalando,

las flores

de mi

espíritu.

Por alguna razón lo estoy haciendo.

Nadie debería leer esto.

Todo el mundo debería leer esto.

Sos mi musa

mientras puse

a escuchar

la grasa de las capitales

esperando “Viernes 3 A.M.”

Los españoles deben escuchar todo

el rock argentino

sentencia.

Nosotros los argentinos,

todo el rock hispánico,

y el MPB.

pensás que en el caos

hay armonía,

yo te digo,

el principio de la entropía,

orden para el desorden,

para que se vuelva a reordenar,

ciclos infinitos espiralosos,

la verdad del universo,

la verdad de nuestros corazones,

tal vez la verdad de nuestra sensación

de estar acompañados,

solos pero crecidos,

acompañados y vacíos,

solos pero llenos,

acompañados y llenos,

solitarios y vacíos,

etcétera,

la pava ya casi está caliente,

tomaré mates con miel,

vos también sos dulce,

entre tus penumbras,

“el amor me hacía llorar”

cada vez que miro las películas

de Harry Potter,

me recuerdan esa niñez perdida,

y viene la nostalgia,

todavía lloro con la muerte de Dobby,

es mi generación, ¿viste vos?

loca linda,

la gata quiere salir afuera,

entra rápido

porque hace frío,

pero tengo calor.

me siento no tan solo

y estoy bien

le tenía miedo

a mis monstruos

como si no los conociera,

lo que sucede,

es que hace poco,

nacieron nuevos

y todavía los estoy conociendo,

¿o los estoy recordando?

desde que volví a mi camino

he descubierto que no he matado a nadie

no solo están los de siempre,

ahora están los de mis treintas

son unas bestias, lindas

llenas de sabiduría,

no nacieron ahora,

son viejos embriones de madurez,

ahora han crecido,

son bestias sí,

pero de 27 en adelante,

otoñales,

y sabios,

me dan equilibrio,

plenitud,

lo mismo que soledad,

más grande,

mas inmensa,

y los de los 20,

están encadenados,

mis 22 si que fueron de locos,

bohemia pura,

sigo siendo bohemio

no vivo igual que mis padres

vos dijiste

Pizarnik se casó con la poesía,

yo digo,

estoy casado con esto mismo

que estoy haciendo ahora.

No puedo ya hacer otra cosa,

porque estoy condenado,

porque me han crucificado y

dolió,

y pregunté qué es lo que nos hacemos,

porque cargué cruces,

porque lo simbiótico pasional ya lo viví,

porque perderlo todo ya lo viví,

porque vivir en la calle ya lo viví,

porque ahora soy la mejor versión,

de mí mismo,

entonces escribo genial.

¿No?

¿Me imaginás con cuarenta años?

¿Qué será de mí

si la muerte no me reclama?

Si esos barcos no llegan,

o tal vez blancos,

puede ser.

Si digo aves,

digo viento,

si digo viento,

digo yo.

Si digo yo,

digo sol.

Si digo sol,

digo el resto son hojas.

Plantas, metales,

hojas y hojas,

Spinetta me habla,

luego barro,

¿pero no fue hoja?

¿el universo es una hoja zarandeada por el viento?

tan perfecta ella

que hace que las que deben caer

caigan,

por ese zarandeo,

alimentando la tierra,

los gusanos,

todo.

no duermas en la intemperie

tengo mis alas

te están rodeando

una es negra

la otra es blanca,

a veces digo,

El Flaco estaba en otro plano,

Charly es un demonio de alas blancas

que vino a dar testimonio y reliquia

de los que se fueron

Cerati aprendió de todos

y se coronó

Fito se maravilló

y Calamaro se rebeló

entre tanto,

Miguel Abuelo creía

en la esperanza

en la libertad

en la juventud,

todos dieron su cosmos

gigantesco

su granito de arena,

lo mismo escritores,

nosotros debemos hacer honor,

de lo heredado,

y desheredar

falsos ropajes,

convertir el vino en agua,

y el agua en paz

y el litio en paz

y ¡basta!

obrantes,

ya

sé que algo grande

estamos creando

mientras somos pequeños

y también gigantes

siempre seremos todo lo posible

lo creado,

lo increado,

y lo imposible,

en las calles soy lo posible,

en las letras soy lo imposible,

pero para que luego sea posible.

Esa es mi meta.

Nací para esto

y vos también.

Desde distintos frentes de combate

de guerra cultural,

pero unidos,

de vez en vez,

un poema desde la

necesidad,

al fn,

hace un año,

todos son artefactos,

mero oficio,

pero desde las entrañas,

desde el alma,

recién ahora

casi las doce de la noche,

hora de dormir y callar,

y yo estoy insomne,

o demasiado iluminado,

alimentándome de vos,

de Serú Girán,

y de lo próximo que ponga a reproducir,

que decidí, cinco minutos después del último verso sea:

Los Abuelos de la Nada 1

y te recomendé “Sintonía Americana”,

te dije que cuando dice americana,

no se refiere a una chica americana,

sino al continente,

y cuando digo continente,

se refiere a sus naciones,

y sobre todo sus pueblos,

el buen presente del hoy,

esa canción,

te dije,

fue una premonición,

otro acto de vidente,

una charla con Miguel, era cinco días de encierro,

componiendo,

entenderás un poco,

“mi filosofía de toda la vida”,

conociendo y no conociendo esa canción,

esa canción fue hecha básicamente,

para mi resiliencia que siempre tuve,

un poco esa canción,

existe para mí,

solo que hoy,

existe para

todos.

los zurdos más puros,

los anarquistas más precisos,

las monarquías de bienestar,

ya estoy flasheando,

pasemos a otra cosa, mariposa.

Puse a Miguel

para hablarte

también

con luz

no envidio nada de lo que imagino

porque todo lo concreto,

somos soñadores despiertos,

te hablo de mi libro de la bicicleta,

este es mi libro del espíritu,

al fin puedo superar mi oficio,

esto ya no es oficio,

al fin,

es pura alma,

y espíritu,

te hablo de mi libro de la contaminación,

que contradice al de la bicicleta,

porque ya no estaba de acuerdo,

vamos creciendo, querida,

sigo de acuerdo con,

la voz de la muerte,

otro texto,

que te pasé retazos,

soy prolífico lo admito,

quizá necesitás un año,

para leerme,

no todo rompe,

no todo bulle,

no todo es un hacha,

no todo es lo que pedía Kafka,

pero algo es algo,

todo sale del bocho,

algo del corazón,

otro poco del ombligo,

otro tanto de las vísceras

mucho del espíritu,

pero lo que sale del alma,

es un triunfo,

sin arco.

te hice reír,

una de las mejores cosas que podemos hacer en la

vida.

himno de mi espíritu

ya no tan oscuro,

es hacer reír,

admito que me sale bastante bien,

como en las dos veces que fui a la feria del libro,

de Buenos Aires,

hace unas semanas,

cambiemos de música,

necesitamos otras facetas,

en este poema,

pero crucé la mar,

al fin,

y seduciré,

todos somos un gran océano,

ahora Of Monster And Men,

sacar piedras del río,

oscuridad y conexión,

podemos hacer

emerger

montañas del mar

a la superficie,

con este disco,

ya dije que querría ser cantante,

te vas a dormir,

o al menos dejás tu celular

este poema debe de morir

entonces

¿puede un poema morir?

es un forma de decir,

ahora me toca seguir solo,

igual que estaba antes,

e imaginar tus respuestas,

o solo hablarte un monólogo,

esta banda, vos lo dijiste,

te tomo tus palabras prestadas:

“conectar lo desconectado”.

una vez,

vi a un amigo,

tan viejo como los milenios,

con su cara tiznada de luna,

conectado a miles de cables,

que salían de las paredes,

eran cables eléctricos,

cables modernos,

pero eran cables cósmicos,

desde entonces he pensado,

que vivimos una sociedad medular,

y debemos destruir la médula,

es que nos conecta a todos,

el cordón umbilical plateado

del cosmos,

se me ocurrieron muchas cosas,

pero creo que estamos atados,

conectados,

cableados,

a todo y a nada,

a los agujeros negros,

a los blancos,

a las estrellas,

a las entrañas del cosmos,

a las propias,

al otro lado de nuestra creación,

a la inversa del yo

donde no existen conceptos,

donde solo se fluye,

somos asesinos,

nos robamos y nos regalamos

aire,

somos bestias,

infames y gloriosas,

somos océanos profundos,

ni siquiera nosotros sabemos,

qué tan insondables somos,

es que somos naturaleza,

somos el rayo solar es cierto,

pero también somos la luz lunar,

y todos su secretos,

somos las partes negras del cosmos,

somos el ojo del tigre,

el zafiro,

y la muerte,

somos la muerte,

somos desconexión,

somos entes separados,

nos unimos comiéndonos lo que exhalamos,

y nada más,

tal vez un pacto,

de sangre con sangre,

máscaras y disfraces,

parches y corazas,

carnaval nocturno;

tenemos miles de capas

de cebolla,

miles de hojas unidas,

retorcidas y horripilantes,

para que no entren a nuestro corazón,

pero si se animan,

sacamos la barrera,

y los monstruos de esos íntimos

dos,

bailan y ríen y se emborrachan,

se emborrachan de la vida,

y eso se corona con hacer el amor,

un hacer el amor desde el alma,

cuando dos seres humanos,

reflejando en sus caras,

todos sus mil monstruos,

con sus brazos y piernas peludas y retorcidas,

cuando somos medusas, sirenas, cerberos,

minotauros, ninfas, sátiros,

cuando somos lo más retorcidos posibles,

sin dañarnos,

pero mostrando eso que no conectamos,

con personas de plástico,

o boludas,

hacemos el amor cósmico,

el amor sin nombre,

hacemos el enlace

la unión íntima,

y después,

todo es felicidad negra,

recuerdo cuando yo era cazador,

[…]

cazaba seres, almas

mi dios kraken había muerto,

ya no era con las palabras,

endulzar oídos,

y engatusar, seducir, y hacer reír,

era la hora de la leona,

cazar ciervos, y si podía,

hienas muertas de hambre,

albatros,

cóndores,

con las letras cazaba ballenas,

escupía a los grandes magnates,

y mi saliva sé que los matará,

a los que no le dan ni un peso al pobre;

pero mi lado cazador estaba interesado,

en salir de noche,

a la bohemia,

a la armónica,

al ron,

a los mendigos,

a los punks,

a los grafiteros,

a los hippies,

a los darks,

a los after,

a las flores de marihuana,

y al hundirse en los abismos,

usar las garras,

para hablar mudo,

con la armónica,

con los artistas,

con todos los que sabíamos,

que,

de noche,

y habiéndolo perdido todo,

éramos más brillantes que el amor,

éramos el odio,

éramos lo no concebido,

éramos los que con palabras y melodías,

nos destrozábamos mutuamente

los corazones.

Con penurias,

con nuestros abismos hablando,

con nuestros mayores dolores.

Nos mostrábamos todas y cada una

de nuestras cicatrices,

y podíamos ver la herida que fue,

veíamos la sangre verterse

veíamos el cuchillo,

veíamos el atacante,

veíamos el accidente.

Nos mostrábamos los parches del corazón,

y veíamos los amores,

veíamos las compañías de vida,

veíamos las palabras hirientes,

las flechas clavadas con veneno;

vertíamos venenos en los oídos,

nos corrompíamos,

éramos artistas de verdad.

En esa plaza,

de Valparaíso,

y en sus calles,

todos nos mostrábamos los dolores,

y nos hacíamos más fuertes que cualquier metal,

y luego,

después de vomitar,

volvíamos a tomar,

y ya no vomitábamos.

y todo terminaba a las doce del mediodía,

o una de la tarde.

Esas madrugadas

gritadas

con canto

de cuervo.

Éramos buitres,

y comíamos nuestros propios cuerpos

descompuestos

y podridos

y así conseguíamos

seguir viviendo.

Es que éramos carroñeros,

y después nos revivíamos,

y nos cambiábamos la apariencia,

a querubines,

y decíamos cosas como,

debo entrar a trabajar,

mi esposo me espera,

tengo que estudiar,

mi mamá debe tener el almuerzo listo,

mi hermano quedó en ir a tomar un café con leche,

o el más común:

me voy a dormir porque no doy más,

y el sol me derrite.

Luego conocí a Aurora,

y con ella a Mac De Marco,

y Chamber of reflection,

y el camino de la oscuridad,

tras haber estado tanto tiempo

en el camino de la luz,

me llevó al camino del espiral.

Y en ese camino,

me iluminé,

me supe todas las propiedades,

de todas las plantas,

me supe todas las religiones,

aprendí sobre los sigilos,

vi al Rey David frente a mí,

vi a Rimbaud haciendo poemas,

vi al primer hombre,

vi a las primeras mujeres,

aprendí el tao y el Popol Vuh,

vi las piedras, las jaulas, las médulas,

los gatos, la muerte

el horizonte del universo,

vi el todo,

vi la nada,

vi el desierto,

vi la jungla,

vi la paranoia extrema,

vi el instante congelado,

vi la enfermedad,

vi las ganas de asesinar,

vi la sobriedad.

Luego, conocí a todos mis seres queridos,

en sus más profundo ser,

vi un ser más grande que yo,

vi las semejanzas,

y a todos los dioses,

los roles que se repiten,

los tuertos egipcios,

los voladores griegos,

los ensoñadores hinduistas,

los auténticos chamanes,

los vestigios del ocultismo,

a Caín y Abel,

a Goliat,

a pobres diablos,

y por último al ángel Pedro,

que conjunto a Caronte,

me sacaron del infierno,

y luego de ese espiral,

me durmieron cinco años.

Hoy despierto,

y en plenitud,

te escribo esto

yo soy multi-algo

si es que algo soy.

Lau, tengo un pie en la muerte, un pie en la vida.

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