resumen de la novela sonoro silencio de los tiempos imperecederos de Yohei Moriya

La primera vez que la intrépida aventurera irlandesa Charlotte Collins realizó la epopeya imposible de 600 días y 600 noches de recorrido por las islas de los mares del sur, en 1475, solamente vio seis o siete semisalvajes. Treinta y tres años más tarde, contó más de quinientos, lo que indicaba que el sonoro silencio de los tiempos imperecederos nuevamente comenzaba a revelarse para los herederos del trono. Cuando los ancianos que se encontraban envueltos con humo de tabaco y ébano negro la invitaron a tomar asiento, ella tuvo una epifanía donde se le mostró la última pluma tornasolada de la ave bendita traída por los creadores y las joyas multicolores engarzadas en verde esmeralda que vestían al último descendiente de la dolencia de la carne. Es ahí donde transitó sin una forma de vida sólo era espectro que fantaseaba ingiriendo el vino de las cosas superfluas. Hasta qué se propagó aquel bendito lugar los hombres golpe de hacha que echaron abajo la puerta del retiro interior es así que se restringió abruptamente los rituales sagrados de los arcanos medicinales- que curan las dolencias de la carne- y su tránsito por los ropajes del uno visible y supremo se mermó y quedó subordinada a la angustia impresa en cada mano, en cada mirada de la casta de sirvientes que se encontraban muy cerca de ahí. El goce perpetuo y la ventana indescifrable quedaron cerrados una vez más. Y así fue arrastrada a los abismos peligrosos donde las altas crestas y torrentes turbios merman el ser y quebrantan el espíritu. Y cuando ya estaba a punto de desfallecer el árbol fornido le rascó la cabeza y una llaga comenzó a transmutarse de lo sagrado a lo infinito. Donde una vez más pudo contemplar seco los lagos y vacíos los cauces de los ríos y es así que se convirtió en anciana para recoger en los labios del mendigo incansable esa magnífica conquista del ideal, que cada uno adhiere cuando el tiempo le viene y que los ambulantes serán tan libres como los magnates: los campesinos caminarán dándose la mano con los reyes; porque todo el mundo reconocerá la hermandad humana.